El tema que hoy me inspira es todo aquello de lo ocurrido con los empleados fiscales (NO ME REFIERO A TODOS LOS BENEFICIADOS) que después de una actitud de presión obtuvieron un reajuste de sueldos. Aquí me detengo un poco ya que aparece la primera reflexión. ¿Qué diferencia conceptual, en mi opinión, existe entre aumento y reajuste de sueldo? Aumento de sueldo (según mi opinión) es cuando se sube la cantidad percibida, por cualquier razón, manteniéndose los precios de las compras habituales que el empleado hace. Reajuste de sueldo es cuando se sube la cantidad percibida por el empleado y que busca compensar el poder adquisitivo que ha perdido producto del aumento de precios de las compras habituales. Puede aparecer a simple vista un tema semántico. Si bien el efecto es el mismo, aumento de la cantidad de dinero percibido, la causa es distinta.
Dicho esto, sigo con la idea principal. Se aprobó en el Congreso un aumento de remuneraciones para todos los empleados fiscales. ¿Qué significa ello en términos monetarios reales? Hice el siguiente ejercicio. Aprovechando el avance tecnológico, confeccioné una planilla electrónica cuyo
resultado es el siguiente:
Una persona que percibe $ 150.000 obtiene un reajuste de $ 10.350, el que percibe, por ejemplo, $ 350.000 obtiene $ 24.150, el de $ 1.000.000 recibe $ 69.000 y así sucesivamente hasta que llego a $ 5.000.000, que es el sueldo aproximado de un ministro, un diputado, un senador, etc., y el aumento es de $ 345.000. Como esto es un ejercicio, voy a tomar cantidades razonables para someterlas a vuestra consideración. Supongamos que un empleado fiscal percibe $ 250.000, significa que obtuvo un aumento de $ 17.250. Si un kilo de arroz cuesta $ 380, podrá comprar 45 kilos. En cambio una persona que percibía $ 3.650.000 tiene un aumento de $ 251.850 lo que le permitirá comprar 662 kilos de arroz. Es decir, si acepto la premisa que “El IPC a todos nos afecta” deberé concluir que el que gana menos, tiene menos necesidad de comer que uno que gana mas (solo podrá comprar 45 kilos de arroz en comparación a aquel que podrá comprar 662 kilos). El ejemplo del kilo de arroz, es solo a título de realizar una simulación y que sea fácil de digerir. Usted haga el mismo ejercicio y agréguele, pan, fideos, azúcar, café, te, carne, leche y todo aquello que es de consumo habitual. ¿Llegará a una conclusión distinta a la que yo obtuve? Lo otro que me llama la atención es que una persona que percibe $ 3.500.000 obtiene un aumento equivalente a un sueldo de $ 250.000, que es la cifra aproximada de un empleado fiscal de bajo rango, es decir, uno percibe solo $ 17.250 que es una parte ínfima de su sueldo y otro, gracias a ese porcentaje, percibirá el equivalente a un sueldo de un empleado fiscal de bajo grado en la Escala Única de Sueldos. Vuelvo a la premisa inicial, “El IPC a todos nos afecta”. Es cierto, pero lo que no se dijo es que a todos nos afecta “Pero NO por igual”. Siempre he escuchado de los políticos y también a la Iglesia Católica decir: “Que el IPC afecta con mayor dureza a los más pobres”. ¿Habrá cambiado esto ahora?
De acuerdo a lo anterior, es claro, por lo menos para mí, necesitan más dinero los que ganan menos. Concluyo que los reajustes deberían ser diferenciados, es decir a los mas bajos sueldos mayor reajuste, en términos porcentuales y a los mas altos un porcentaje menor. ¿Estaré loco? ¿Será Alicia en el País de las Maravillas?
Se dice que nuestra forma de pensar, sentir y actuar siempre nos lleva a nivelar para abajo, en buen romance, si uno está jodido todos debemos estarlo. También se conoce con el nombre de chaqueteo. En este caso propongo lo contrario, nivelar hacia arriba. Me llama la atención que los Concertacionistas y los Opositores, que coinciden en que el país ha crecido, que hay mayor riqueza, pero que la brecha entre la pobreza y la riqueza no disminuye. Que hay que luchar por una mayor igualdad. Buen discurso. Pero ¿qué ocurre en la realidad? Cuando pueden dar un claro testimonio de lo que dicen, no pasa absolutamente nada. Hubo creo dos diputados que propusieron algo en este sentido.
“EL IPC A TODOS NOS AFECTA”, lo dijo un Honorable justificando el aumento en su remuneración. Pero se les olvida que quienes se asignan su remuneración son ellos mismos, se les olvida que se aumentaron la DIETA. Si, el IPC a todos nos afecta. De eso no hay duda, pero el grado del impacto es distinto. ¿A quien le cuesta menos comprar un kilo de pan, al Ministro o al portero de ese ministerio? ¿A quien le cuesta menos comprar un litro de leche, al diputado o al secretario de este? ¿A quien le cuesta menos comprar un kilo de azúcar, al Presidente o a un jubilado?
No me parece que la expresión haya sido muy afortunada, me suena a una justificación, una que intenta a explicar lo inexplicable. Por lo menos eso es lo que creo. ¿Y usted qué piensa al respecto?
Fuente :
http://www.atinachile.cl/content/view/118588/El_IPC_a_todos_nos_afecta_Una_Frase_Para_El_Bronce.html